Para obtener resultados reales, es imprescindible que el aceite esencial de salvia sea de cultivo ecológico certificado y se extraiga de las hojas secas por acción de un chorro de vapor de agua, garantizando el máximo de principios activos de la máxima calidad biológica y libre de contaminantes agroquímicos.
Considerada planta sagrada por griegos y romanos, sus propiedades se conocen desde tiempos ancestrales en todo el Mediterráneo.
Tiene propiedades antisudoríficas y por tanto es un elemento fundamental para elaborar efectivos desodorantes. Es un potente bactericida y antiséptico natural.
Muy efectivo como alivio de pies y desodorante de piel en el aseo, añadiendo unas gotas al agua del pediluvio, se consigue protección contra el mal olor.
Incorporado en el dentífrico, elimina el mal aliento, actúa como bactericida que elimina tanto la caries, como la inflamación de encías. Desinfecta la boca.
Actúa eficazmente añadido a preparados de higiene capilar para eliminar casta seborreica y evitar el pelo debilitado, propiciando la oxigenación de los folículos pilosos.
Añadido a cremas faciales, otorga propiedades antiarrugas, antiflacidez y es ideal sobre todo en pieles maduras.
Difundido en el ambiente, desintoxica el aire aportando un aroma fresco muy apropiado para el verano.
